El día 18 de diciembre de 1985, hija del Sr.Roben Hidalgar. Empezó con una leve tos y dolor de pecho, fue internada en la clínica San Francisco por tres días, le dieron de alta, después recayó gravemente y regresó a la clínica con principio de neumonía.
La opinión médica era que debía atenderse rápidamente porque en cualquier momento le podría dar un paro cardiaco, ya que su corazón estaba lleno de agua… En opinión de los doctores Reyes y Ávila, la pequeña se encontraba con oxígeno, y pidieron que por favor le atendiera el Dr. Carreón, Cardiólogo.
En los designios de Dios y sus caminos misteriosos, el padre de la pequeña oró con fe, pidiendo la intercesión de la Beata Madre Mercedes de Jesús por su recuperación.
Esa oración fue escuchada por Dios, al ver un corazón afligido que implora por su hija.
Al día siguiente, 6:00 de la mañana, del 31 de diciembre 1985, en la visita a la pequeña la encontraron con mejor semblante y sin oxígeno; todo indicaba que se encontraba fuera de peligro.
Cuando la esposa observó a su esposo, ella también oró desde su corazón por la salud de su hija.
Agradecidos con Dios por su misericordia, regresaron a casa con su hija después de tres días, pues el doctor les recomendó
monitorear su mejoría

Riobamba 10 de marzo 2007. El Señor Luis Adolfo Flores sufrió un accidente, se quemó la pierna derecha y quedó destrozada; estuvo hospitalizado por varios días.
Unido a eso, el señor padecía del corazón; otro riesgo era que en la mesa del quirófano pudiera fallecer.
Por esa razón se preparó un documento que exoneraba a los médicos de toda responsabilidad si algo pasaba durante la cirugía.
Confiaba que Madre Mercedes le alcanzaría la salud. La cirugía fue un éxito durante la recuperación de los injertos y todo lo que le practicaron.
Después de un año del accidente, es asombroso ver cómo el Señor Luis camina sin dificultad; no se le ve la piel sin cicatrices, y agradece de todo corazón.
Agradecidos con Dios por su misericordia, regresaron a casa con su hija después de tres días, pues el doctor les recomendó monitorear su mejoría

El 15 de octubre de 2005, en Caracas, Venezuela, el joven Alexander sufrió un accidente automovilístico y fue atendido por los bomberos, quienes lo trasladaron al hospital Miguel Pérez Carreño. A pesar de estar consciente en un principio, el dolor provocó que perdiera el conocimiento debido al tiempo transcurrido desde el accidente. La situación se complicó al infectarse su pierna con una bacteria, lo que
llevó a los médicos a plantear la posibilidad de una amputación en un plazo de 72 horas. Su madre se encontraba desolada. Durante ese período crítico, las hermanas
Marianitas visitaron a Alexander y le brindaron palabras de aliento, asegurándole que orarían por su pronta recuperación. Le obsequiaron una estampita con la oración
de la Beata Mercedes de Jesús Molina, la cual recibió con fe y devoción. Desde ese instante, se observó una notable mejoría en su pierna, superando las expectativas de los médicos antes de que transcurrieran las 72 horas inicialmente previstas.
Agradecimiento profundo a Dios, quien por intercesión de Madre Mercedes logró restablecer la salud, su devoción aumentó y siguió pidiendo a Dios por los jóvenes

El 11 de agosto de 1986, en Baba, Ecuador, Guillermo Engidio Álvarez Hernández experimentó un malestar en el brazo y la pierna en febrero, persistiendo durante cuatro meses.
Un día, mientras observaba por la ventana, sintió un escalofrío repentino, como si un cubo de agua fría se hubiera derramado sobre él. Al recostarse, pronto se vio imposibilitado de caminar. Su familia, consternada, rodeaba su lecho presa de la
preocupación. Guillermo, familiarizado con la Beata Madre Mercedes de Jesús, a quien llamaba «La Virgen», buscó el cuidado maternal de Madre Mercedes Molina desde el inicio de su enfermedad.
Con una firme fe en la intercesión de la Madre Mercedes de Jesús para su sanación, Guillermo presenció un milagro. Antes de la curación, la Madre Mercedes se le apareció, indicándole que se levantara y caminara. Sintió su mano en su espalda, elevándola. Emocionado, Guillermo solicitó ser llevado a ver a la «Virgen», refiriéndose a la Beata Mercedes de Jesús, cuyo altar se encontraba en su patio, mientras sostenía una pequeña estampa entre sus manos.
La misericordia divina siempre atiende a sus hijos, y la Beata Mercedes de Jesús Molina, como madre bondadosa, vela por
sus fieles con cercanía. La fe es capaz de obrar milagros, y aquellos que piden a Dios con sencillez, confianza y devoción, son siempre escuchados por Él

El 6 de junio de 2024, en Riobamba, Ecuador, Dora Alicia Heredia Hinostroza, de 88 años, sufrió un accidente en un ascensor mecánico en su residencia. Durante la caída, invocó
a la Beata Mercedes de Jesús Molina y, a pesar de sufrir fracturas en ambos tobillos, brazo izquierdo, cabeza y columna, se mantuvo consciente y lúcida.
Tras solicitar asistencia y ser trasladada a un centro hospitalario, experimentó una estabilización milagrosa que permitió una exitosa intervención quirúrgica. Su recuperación en el hospital se vio respaldada por tratamientos médicos y la fe en la Beata Mercedes de Jesús
Molina.
La familia expresa su gratitud por el milagro ocurrido y solicita por la completa sanación de Dora Alicia Heredia Hinostroza, confiando en la divina voluntad

Desea expresar su profundo agradecimiento a la Madre Mercedes de Jesús Molina por haber intercedido ante Dios en la restauración de su salud. Tras sufrir un grave accidente
de tránsito, la señora Cañizares padeció de diez fracturas, incluyendo las de fémur, rodillas, tobillos, hombros, brazos y muñeca. Durante su prolongado periodo de convalecencia,
experimentó un aumento de peso y retención de líquidos. En ese momento de necesidad, solicitó con fervor la intercesión de la Madre Mercedes para la recuperación de su salud.
Inspirada, comenzó a consumir té de pétalos de rosa, lo cual mejoró su bienestar. Gradualmente, comenzó a caminar, y la hinchazón disminuyó. En una noche inesperada,
experimentó la sensación de que algo se rompía dentro de ella, como si se tratara de un tumor interior, y eliminó sangre a través de la orina. Desde ese instante, se sintió con
mayor motivación para rehabilitarse. A través de la intercesión de la Beata Madre Mercedes de Jesús, Dios le otorgó la fortaleza necesaria para seguir adelante en su proceso de recuperación

En noviembre de 2016, a Karen Dahiana Arenas se le diagnosticó una malformación arteriovenosa con aneurismas. Tras el diagnóstico, sus padres acudieron a las hermanas Marianitas en Sevilla Valle, donde Karen estudiaba, y fueron presentados a la Madre Merceditas.
Durante una crisis médica de Karen, una fotografía de la niña con la Madre Merceditas se mantuvo intacta tras un incendio en su hogar. En Cali, los médicos consideraron riesgosa la malformación, pero Karen superó varias cirugías con éxito, encomendándose siempre a Dios y a la Madre Merceditas.
En septiembre de 2019, el sueño de Karen de estar a los pies de la Madre Merceditas se cumplió. Desde diciembre de 2020, Karen sufrió problemas de salud y fue operada varias veces, siempre acompañada por la imagen de la Madre Merceditas y el apoyo de las hermanas Marianitas y la comunidad en oración. Aunque Karen quedó con parálisis y problemas de habla tras una cirugía extensa, los médicos indicaron que podría recuperarse con paciencia y fe.
En enero de 2023, Karen tuvo otra recaída, pero nuevamente salió adelante gracias a Dios y la Madre Merceditas. La familia sigue difundiendo su amor y fe en la Madre Merceditas, agradecidos por su intercesión en la
recuperación de Karen

En febrero de 2010, fue diagnosticada con cáncer de tiroides hace 10 años cuenta su experiencia. Al recibir el diagnóstico, se sintió muy angustiada y temió perder parte de su voz tras la delicada cirugía necesaria. Conoció a la Madre Mercedes gracias a su hermana Alicia, quien le habló de los favores que Mercedes hacía. Se encomendó a Dios y a la intercesión
de la Madre Mercedes, y tuvo un sueño en el que Mercedes le entregaba tres rosas y le indicaba usar agua en la parte afectada.
Tras el sueño, las hermanas Marianitas le dieron pétalos de rosas de la casa madre, y con mucha fe, siguió las indicaciones del sueño. Las oraciones de las Marianitas le dieron fuerza, y la hermana Judith le regaló una reliquia de la Madre Mercedes, que siempre llevaba consigo. Antes de la cirugía, sintió como si la enfermedad la abandonara, y la reliquia se manchó de sangre sin causa aparente, lo que interpretó como un signo de sanación.
Aunque la cirugía fue complicada y al principio no podía hablar, con el tiempo recuperó su voz completamente y ahora habla normalmente

Lo sucedido con su hijo es un milagro de la Madre Mercedes. Su hijo, quien había caído en la drogadicción y vivía en la calle, robaba en casa y fue encarcelado tres veces a partir de los 17 años. En la última ocasión, la madre se vio involucrada por llevarle útiles de aseo que contenían droga, y aunque estuvo 24 horas en el calabozo y enfrentaba la posibilidad de 10 años de cárcel, gracias a Dios y las hermanas Marianitas, recibió una sentencia de arresto domiciliario por dos años y salió ilesa.
Durante esos años difíciles, ella rezaba diariamente a la Madre Mercedes, pidiendo por la transformación de su hijo.
Después de 7 años de lucha, su hijo salió de prisión con una Biblia y decidió mudarse a Bogotá para escapar de sus antiguos amigos. Se rehabilitó sin ingresar a una institución y ahora trabaja y cuida de su familia, reconociendo que su recuperación es un milagro de la Madre Mercedes

Ana López Rodríguez, una mujer de fe de Galomaro Cosse que vive en Gabú, relata su testimonio de fe y agradecimiento por la intercesión de la Beata Mercedes de Jesús Molina. Ana, madre de dos hijos y viuda, apoyó a su sobrina que ingresó a la comunidad de las hermanas Marianitas en Bissau, África.
Después de asistir a la Misa de acción de gracias por la profesión religiosa de su sobrina, Ana pidió a la Madre Mercedes de Jesús, fundadora de las Marianitas, que intercediera por sus hijos. En junio de 2019, rezó el Rosario para que su hija tuviera un buen matrimonio y su hijo
obtuviera un visado para estudiar en Portugal. Ambos deseos se cumplieron: su hija se casó bien y su hijo consiguió el visado.
Impresionada por la intercesión de la Beata Mercedes, Ana también pidió ayuda para obtener un visado para tratarse de problemas de salud en Portugal, lo cual logró. Actualmente, se encuentra en Portugal recibiendo tratamiento y confía en que la Madre Mercedes cuida de su hogar y su salud. Ana da testimonio de la poderosa intercesión de la Beata Mercedes, quien se ha convertido en su compañera de camino